21 de junio de 2008

LA VENGANZA DE JOSEMARI

Me río yo de los poderes extrasensoriales del niño del Sexto Sentido. Para poderes los de Josemari. Cómo serán que hasta ha logrado que me haga sentir solidario con Rajoy y con Fraga. Vamos, que un desaire más y me afilio al PP. Bueno, igual exagero y eso que había que ver a las azafatas. Llegó muy tarde al Congreso para que la plebe le vitoreara mientras por el pasillo saludaba a los tendidos como si fuera el concierto fin de gira de Bisbal. Es difícil entender cómo un ego tan grande entra en un señor tan pequeño. No contento con la vuelta al ruedo subió al escenario y fue saludando a los prebostes en función de sus complicidades. Besos para Espe y abrazo efusivo para Acebes. A Mariano le rozó la mano sin mirarle (al menos parece que no le mangó el reloj) y a don Manuel ni le saludó con el agravante de que esta vez sí se dio cuenta porque no estaba dormido. Es decir, el único interés por el Congreso de su partido era que su partido le viera a él con ese paso decidido y esa melenita juvenil al viento. Aznar, ese hombre. A su enorme contribución como estadista al futuro de este país se suma su descomunal labor docente. Por ejemplo, ahora nos demuestra cuál es la diferencia entre la discrepancia y la mala educación. En Barrio Sésamo no hubiera tenido precio. Tiene mérito Mariano. No haberle dado una colleja en ese instante debe costar una barbaridad. La metáfora pura del perro del hortelano. Ni come ni deja comer. Hoy hablará el oráculo vallisoletano. Al parecer lo hará además en castellano aunque cada vez le cueste más dejar de pensar en inglés o no meter algún vocablo en italiano acostumbrado a comer fetuccini junto a su amigo Briatore. Que este individuo haya sido presidente del Gobierno con reincidencia debe servir de ejemplo a la juventud para saber que uno puede llegar adonde quiera. Sin duda, un ídolo de masas. Ayer se vio cuando las señoras casi quiebran sus permanentes para acercarse a él y que las pudiera uncir con sus manos o cuando los jóvenes perdieron entre la marea de compromisarios el jersey de pico que llevaban sobre los hombros del Lacoste. Un alboroto, oiga. No es para menos.

1 comentario:

paredes dijo...

Ya es desagradecido el aprendíz de macarra( algo para lo que le falta clase).
Su egocentrismo no le permite ver con buenos ojos al dinosaurio que le puso en el gobierno , ni al hombre de paja ( o heno) que él designó dedocráticamente.
A su altura como siempre .