9 de abril de 2008

MI QUERIDA TELEFÓNICA


Uno no es capaz de entender la mente de un asesino en serie hasta que tiene un problema con Telefónica. En mí caso me he comprado una motosierra y les aseguro que no es para limarme los callos o para cortar los sanjacobos. En este mes y pico que llevo con percances han pasado tantos técnicos por casa que he decidido organizarles un guateque para que se conozcan más entre ellos ¿Has visto que color más sufridito tienen ahora los cables ADSL? Joder, ¿y qué me dices del router con dibujos de los Simpson? Joder, joder. He decidido restringirlo porque si tengo que invitar a los operarios que me han atendido por teléfono tendría que hacer la fiesta en la Plaza de las Ventas. 'Buenos Días, le atiende Vanessa ¿en qué puedo ayudarle?' Pues mire, me dejó mi churri, me quedé sin casa, he tenido que vender mi deportivo, mi princesa ya no me habla y estoy muy triste, el Madrí este año la Liga y gracias, pero, por lo demás, todo bien. Por cierto, amable señorita, ya que a usted le importa una higa mi vida, que ya podría aprender de la Gemío y darme una sorpresa, ¿podrían arreglarme de una vez el puto internet? (léase sin escatimar decibelios). No se retire, por favor, termino de pintarme el meñique, llamo a mi novio para que no se le olvide comprar medio kilo de paraguayas y le paso con atención al sufriente. Por cierto, señor Temprano ¿no le interesa por dos euros adicionales una alarma telefónica que a las ocho de la mañana le recuerdo lo pringao que es? No, gracias señorita Vanessa. Todo facilidades. Con ser malo no es lo peor que no pudiera comunicarme con ustedes. Lo más insoportable es que en este coitus interruptus versión banda ancha a menudo la televisión, el maldito Imagenio, se quedaba en foto fija y en una ocasión aconteció esta avería con Karmele Marchante recién levantada en 'Supervivientes' ¿Hay indemnización que pueda pagar ese trauma? Mucho más miedo que las caras de Bélmez.

2 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Sí, Telefónica desde que la privatizó nuestro insigne Ansar, va de mal en peor. ¡Qué cruz si tienes que llamar para cualquier cosa! Te tienen una hora pulsando todos los numeritos que te dan... Besotes, M.

paredes dijo...

No me hables de telefónica , que me salen granos.
Aquí también tengo que sufrirlos, y conste que son más sanguijuelas aún.