DE FIESTA CON MARIANO

Menos mal que me ha avisado con antelación y me dará tiempo a comprarme una muda nueva. Estaba tan desganado desde que supe que Mariano no iba que incluso me hubiera llevado la tartera con mi sanguiche de chopped en señal de protesta en vez de hartarme a canapés de los buenos y de los gratuitos. Ahora parece que se lo ha pensado mejor y allí estaré a escasos metros del registrador de la propiedad más dicharachero que conoció la madre patria ¿Ah, no lo sabían? Yo también estoy invitado a la recepción oficial del 2 de Mayo. No me digan que no es para exiliarse. Imaginen el nivel. Con decirles que el año pasado perseguí por toda la Casa de Correos a un camarero que portaba unos vasos de chupito con lo que creí que eran angulas y luego resultó una minimalista ensalada de fideos les digo todo. Esto es totalmente contrastable y verídico. Y debo ser de los más avispados, no crean. Por si no han ido nunca les diré que allí podrían ver estupefactos la cantidad de langostinos que puede comer un monseñor mientras asegura que su reino no es de este mundo o la comisura de los beneméritos labios de un teniente coronel salpicados de huevas de caviar. Digamos que estamos allí todas las fuerzas vivas. Algunas casi de milagro ya que también se puede ver a alguna vedette que compartió bambalinas con La Chelito. Que tenga cuidado Mariano cuando se le lancen al cuello porque va a tener que quitarse el carmín que le dejen en la barba con un martillo neumático. Dice Mariano que va para evitar rumores. Yo no sé si le aconseja su peor enemigo, es decir la misma que le invita, o que con los incipientes calores se le ha reblandecido el cerebro. Si antes no iba a ir por problemas de agenda y ahora sí va digo yo que antes no iba porque su masa testicular así lo creía conveniente. Es decir que ahora sí que ha logrado regar y abonar todas las especulaciones sobre su mutua insoportabilidad del ser que diría Kundera. Pues así y todo, odiándose con cordialidad, ya verán el tumulto de foteros para inmortalizar uno de los abrazos más falsos de la política reciente. Y ya es decir. A mí mientras no me empujen y se me caiga el foie de oca en la pechera como si bailan un tango con los cuchillos adheridos a sus espaldas. Ya les contaré.