24 de marzo de 2008

AMOR AL TRABAJO


Luke ha vuelto a trabajar a McDonald's después de haberle tocado casi trescientos kilos de los de antes en la loteria británica. No es que se lo haya gastado todo. Qué va. El chavalote dice que vuelve al tajo porque echa de menos a sus colegas. Digo yo que si fuera del McDonald's dejan de serlo y en vez de amigos se transmutan en unos grandísimos hijos de puta ¿No pueden verse en los billares? ¿No puede invitarles a una barbacoa y a unos after eights en casa? ¿O sólo son amigos por el interés te quiero Andrés? ¿Acaso les introduce Luke de tapadillo una loncha de chopped en vez de la burger para que no se envenenen y por ello le están eternamente agradecidos? No lo entiendo. Es más, digo yo ¿Por qué habiendo tantos asalariados que estamos deseosos de magrearnos la masa testicular sin tener que fichar más que para levantarte a por otro tinto de verano le tiene que tocar la lotería a este individuo? Esto no es justicia por mucho que lo diga Charles Bronson. Y encima el tío posa encantado por volver al curro. Seguro que cuando le tocó la lotería salía en la foto con la misma cara que si tuviera alborotadas las almorranas. 'Joder, qué putada, me han tocado trescientos kilos, a ver ahora que hago ahora en el crucero con mi churri sin poder ver a los coleguitas'. Qué problemas. No me extraña que esté desbordado y quiera volver a llenar esas garrafas con pajita de coca cola sin gas. Dice su jefa que ella está encantada con su regreso. A ver, aunque le pague tarde cualquiera le dice que no llega a fin de mes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sabio refrán aquel que dice, "dios le da mocos....", en fín hay cada elemento.

Merche Pallarés dijo...

Pues, ¡qué quieres que te diga! Si a mi me hubiera tocado esos millones, me hubiese dado la vida padre!!! Pero, nunca nos toca a los que verdaderamente sabríamos disfrutarla. No lo entiendo. Besotes, M.