5 de febrero de 2008

JOSE McBEAL

Descúbranse ante todo un hombre del Renacimiento. No lo digo por la edad. Lo digo por ese ansia de abarcar cualquier conocimiento y actividad que el ser humano pudiera imaginar. Josemari se ha dado de alta en el Colegio de Abogados y amenaza seriamente con ejercer. Qué poliédrico. Qué energético. Ya no sabe uno si le gusta más el Isostar o el Ribera del Duero. Jose acumula por quintales los oficios y luego se queja el PP de que suba el paro. Si es que Jose no deja nada para los demás. Ex estadista, escritor, conferenciante, asesor de don Ruperto Murdoch, mayordomo de Bush en la reserva, intelectual, abuelo de Pelayo y ahora leguleyo de relumbrón. No quisiera sospechar pero me gustaría saber qué sustancias le daba Bernandino Lombao cuando le entrenaba allá por las arboledas de la Moncloa. Señor mío, este hombre no para. Y si algo le quedaba pendiente ya saben que él siempre estaba trabajando en ello. Todavía no se sabe por cual de las especialidades se inclinará Jose aunque, a buen seguro, en todas despuntará como una eminencia. Yo le veo más como fiscal clamando aquello de '¿no es menos cierto que ZP es malo, malo, malo?' '¿mas no por ello colige que yo fui un presi supermegachupi?'. Estoy deseando verle con la toga aunque ya ocasiones hemos tenido. Recuerden que Jose es doctor honoris causa por un par de Universidades. Qué sí, que no es broma. Se lo concedieron por sus méritos y no le salió de premio en un huevo Kinder como aseguran algunos resentidos. En fin, a ver si le llega el primer caso y le vemos delante de un jurado. Ya le podríamos hacer visto antes pero al parecer las guerras injustificadas no computan como delito. Eso sí, no se le ocurra a usted robar un bolso.

2 comentarios:

paredes dijo...

Po zí...a esta criatura la otorgaron un honoris causa o algo por el estilo en una uni de tierras incaicas.Aún queda por aquí un cierto tufillo mal oliente.

Merche Pallarés dijo...

Aznar NUNCA desaparecerá!!! Que quereis que os diga, queridos Germán y Paredes, tenemos que cargar con esa cruz...los obispos estarán encantados. Besotes, M.