ADIÓS AL MITO DE LOS PERCEBES

El percebe ha dejado de ser un mito sexual. Ya somos dos. Contaba la leyenda que el bichejo gastaba una tranca de hasta cuarenta veces su tamaño. Vamos que dejaban a Nacho Vidal a la altura de un eunuco. Olvídese de los complejos. Un grupo de investigadores gallegos ha concluido que la longitud de su minga es sólo una vez y media su estatura. Ya me quedo más tranquilo. O sea que, extrapolado a lo que nos interesa, para una altura de uno ochenta estaríamos hablando de un pollón de Barakaldo de dos metros setenta. Tampoco está nada mal. Descarte de su vida preparar oposiciones porque la sangre no le regara el cerebro ocupada en otras labores pero délo por bien empleado. Se puede dedicar al porno o, en caso de deficiencia en el bombeo, harto posible, a rodar documentales para National Geographic en Kenia o a doblar a Dumbo en alguna escena de riesgo. No crean que ha sido sencillo este descubrimiento. El equipo de biólogos del Acuario de Fisterra han estado tres años observando una orgía de moluscos en cautividad. Durante este tiempo les han hecho fotos y les han grabado con un total desprecio a su derecho a la intimidad. Las secuencias más escabrosas, por si es de su interés, se podrán ver en un especial de Tele 5 titulado 'Aquí hay percebe' al que seguirá un coloquio en el que la Patiño desvelará cómo uno de los percebes fue sorprendido copulando con una nécora que perteneció a un cóctel de mariscos servido en la boda de Carmina Ordoñez. Un escándalo. Luego dicen que no hay dinero para la investigación. Tres años con nómina mirando percebes. Vale que es una putada no poder comértelos pero no me digan que no lo podían haber hecho en tres días y aprovechar el resto del tiempo para investigar si es posible la procreación masiva para que se pongan al mismo precio que los mejillones. A mí me privan los percebes aunque después de ahondar en su vida sexual no sé yo si la próxima vez les chuparé o los pediré en un batido. Ya me entienden.