3 de septiembre de 2007

¿SE PUEDE DISFRAZAR LA INDIGNIDAD?

Ellos vienen a buscar un futuro. Nosotros les regalamos un disfraz. Así no podrán comer pero ya no tendrán que preocuparse de qué ponerse cuando llegue el Carnaval. A los inmigrantes que repatrien les pondrán un casco y una camisa de fuerza. Nada más idóneo. Hay que estar loco para pensar que vamos a seguir compartiendo con ellos las migajas de Occidente. Estos renglones ya bastan para que te llamen demagogo. "Si tanto te gustan los putos negros, los moritos y los sudacas, los metes en tu casa y los sientas delante de tu televisor". Este país cuando se pone sesudo y complejo es así de estupendo. Qué grandes intelectuales hemos desaprovechado en la cola de la lotería primitiva. Es verdad que no entramos todos. El problema es que siempre sobran los mismos. Es más, yo no quiero que vengan. Ni ellos tampoco. Estarían mejor en sus casas si es que tienen alguna. Estarían mucho mejor alrededor de una mesa si es que tienen algo que poner sobre ella además de su miseria. Es de locos pensar que si arriesgan su vida subidos a un cascarón para alcanzar nuestras costas es por hacer turismo alternativo. Vienen porque la muerte es un mal menor frente a su desesperación. No vienen a quitarnos el trabajo, sólo vienen a suplicarnos que les explotemos para que no tengamos que quitar nosotros mismos las hermosas mierdas que cagamos gracias a nuestra europea opulencia. Ellos lo hacen doce horas al día y sin contrato. Qué flaca memoria. Me voy p' Alemania, Pepe ¿Se acuerdan? Ya sé que las fronteras tienen límites. Algo que no ocurre con la indignidad ¿Cómo es posible que todavía les reclamemos la deuda a países paupérrimos? ¿Cómo es posible que con sus recursos aún se mueran de hambre? La solución no es que vengan. Simplemente bastaría con que no tengan que salir porque no lo necesiten. Y menos mal que Occidente toma precauciones y les vende armas para que se maten entre ellos. Así se reducen de manera sustancial los contingentes. Plena eficacia. Y, por supuesto, menos mal que se organizan fiestas en Mallorca para saber quien es el famoso más solidario y bonachón. En la cumbre filantrópica estuvo hasta Paris Hilton. Igual se creía que le iban a hacer un sello.

8 comentarios:

txilibrin dijo...

Pues la verdad es que me hace mucha gracia la postura general.
Nadie quiere que vengan, pero si vienen, que nos quitan trabajo. Y que si nos quitan trabajo nos fastidian porque a ellos les pagan menos que a los españoles.
Primero, si tienen trabajo aquí es porque nadie de este país lo quiere hacer, y si cobran menos, es porque en todos lados hay aprovechados.

Así que la gente que no los quiere aquí que se lo piense dos veces. Porque si están no es por gusto, sino por alimentar a su familia, que no es poco.

¿Se nota que el tema me toca bien profundo?

cambalache dijo...

Pues sí. Se deben creer que vienen a ver las Fallas y los programas de la Patiño. En fin

Anónimo dijo...

Por pura verguenza más vale que se disfrazase, pero nunca más lejos, la tónica general es hacer gala de ella, diría yo.. Por cierto, como siempre, tan fino tu.., y tan bien escrito! Besos.

cambalache dijo...

Muchas y sinceras gracias

Alicia dijo...

Tenemos miedo a los inmigrantes y ninguno sabemos por que....

Anónimo dijo...

Estupendísimo artículo. Estoy de acuerdo en que cuando alguien -familias enteras- se arriesgan incluso a morir en el viaje, es que merecen todo el respeto y una oportunidad, eso sin contar los beneficios que han traído a este país tan envejecido.
Efectivamente la memoria es frágil... para algunos.
César

cambalache dijo...

Muchas gracias amigo. De corazón por ser el asunto especialmente sensible

Anónimo dijo...

No hay porqué darlas. También sé de la inseguridad, desorientación e indefensión que supone estar fuera de donde naciste.
Ojalá -siempre lo digo- las únicas fronteras que existieran fueran las naturales y de cada región respetando eso la idiosincrasia, costumbres y lenguas.
Seguro que no lo conoceré nunca.
Somos ciudadanos del mundo y nuestra familia: la humanidad.
César