19 de septiembre de 2007

CUESTIÓN DE HIGIENE

Ya estamos faltando. Ahora resulta que esta científicamente demostrado que los hombres somos más guarros que las mujeres. En los eeuu, donde al parecer no deben tener que hacer otra cosa que bombardear países y elaborar estudios de lo más chorra, han comprobado 'in situ' que más de una tercera parte de los machos no se lavan las manos después de entrar en el servicio mientras que en las hembras este porcentaje baja al doce por ciento. Para empezar, con lo que tardan en salir ustedes vosotras lo que me extraña es que, además de lavarse las manos y repasarse el rímel, no tengan tiempo de alicatar los azulejos del baño o cambiar la grifería. Además, como casi siempre van juntas, nadie nos dice que en vez de a miccionar no vayan a organizar dentro una charla coloquio sobre lo perros que somos los hombres y la suerte que tenemos por mear de pie y no tener que sentarnos en las tazas de las discotecas (¡¡puaj!!). Los autores de este prodigioso informe, cumbre de la intelectualidad americana a la misma altura que las conferencias de Bush, han perseguido a seis mil tipos para saber la frecuencia de las sacudidas y si se optaba o no por pasar luego la ITV de aseo e higiene. El baño checo de toda la vida, vaya. Yo he de decir en mi descargo que no sólo me lavo las manos cuando salgo del aseo sino que me ducho todos los sábados esté como esté. Admito que en mi remota infancia era de natural guarrillo pero todo aquel que haya conocido los devastadores efectos de la piedra pomez sobre los codos y haya tenido a su santa madre metiéndole los dedos en los oídos hasta rozar la laringe lo entenderá a la perfección. Eran tiempos duros. De jabón lagarto y barreño. Con los años hubo se vuelve pulcro y deja de echarse el Varon Dandy en garrafas de cinco litros. La consultora Harris, en un alarde de rigor asombroso, asegura que la inmensa mayoría de los sondeados miente a la hora de contar sus costumbres higiénicas. Es decir que ninguno reconoce no lavarse después de echarse una meadita mientras apoya la frente sobre una repugnante baldosa. Normal. Ni nadie se extrae mocos en los semáforos ni nadie rebuzna con inconfundible aroma a choricillo y los efectos de la fabada Litoral suenan a música celestial ¿Qué quieren que digamos? ¿Para eso hace falta un estudio?

8 comentarios:

txilibrin dijo...

No sé si después de ir al baño os lavaréis las manos o no (yo no, ale, ya lo he dicho) pero algún compañero de trabajo que tengo no es excesivamente higiénico y en un espacio reducido, pasa factura.

Margarida dijo...

y por que esa escenita del "compañero guarro" se da siempre más en los hombres que en las mujeres? A lo mejor no son tan tontos los Yankies...hay que apechugar...Aunque intuyo que no tardarán en quitar otro GRAN estudio de ayuda inequívoca al desarrollo de la Humanidad en el que nos toque a nosotras...¿que tenemos menos disponibilidad a la hora de tener sexo, quizás? ¿o que ya casi ninguna es multiorgásmica?. Bueno! siempre podremos decir "que como ellos son unos guarros...¿a quien le apetece, no?. Besos, Germán.

Anónimo dijo...

Pues voy a empezar a entrar al baño con los chicos nada más que para comprobar si se lavan o no las manos. Hay cada fantástica que con tal de escribir.....

Virginia dijo...

¿Haréis como Torrente, que os las laváis antes...?

Anónimo dijo...

Yo ????? como Torrente.

Anónimo dijo...

Pues yo... ejem... a veces se me olvida.
César

Von Snuff dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Von Snuff dijo...

Si lo pensamos friamente, las mujeres para limpiarse se meten los dedos dentro de una cavidad. Los hombres sin embargo solo sacuden un trozo de carne que ni segrega fluidos ni nada por el estilo (si no la tienen muy corta y se tocan el glande) y es tan sucia como cualquier parte del cuerpo.

Así que está bastante claro quién debería tener prioridad a la hora de lavarse las manos.

El resto no es más que parte de las mariconadas inculcadas por la gran falacia mística, esa conspiración mundial contra la que peleo ferozmente día a día.