6 de agosto de 2007

POBRE SILVIO

Como te entiendo Silvio. Perdona el tuteo pero se ajusta más a esa complicidad que sólo de ricachón a ricachón entendemos. El vulgo cree que es fácil ser un galáctico millonetis pero por eso, como su propio nombre indica, es vulgo. Es decir, no tiene ni pajolera idea. Por no hablar de cuando van a por el pan en vacaciones con sandalias y calcetines blancos. Por eso y por más cosas nunca comprenderá, por ejemplo, esa aportación equiparable al derecho romano que hiciste a la cultura occidental al alumbrar en tus programas de televisión a las legendarias mamá-chichos. Qué poco te lo han agradecido. No digo ellas. Digo esta recua de intelectualoides de chichinabo que creen más edificante emitir una charla-coloquio sobre la influencia del Romanticismo en la obra fílmica de Nacho Vidal que sacar a toda pantalla un par de tetas bien puestas. Qué sabrán ellos. Ni de Romanticismo ni de tetas. Ahora, caro Silvio, se topa con un tremendo problema ¿Dónde va de vacaciones il Cavaliere? A su villa de Porto Fino ya ha dicho que ni de coña. Que va a descansar y al final acaba de guía turístico. Su casa de las Bermudas está ocupada por sus hijos mayores con sus proles correspondientes. Su choza de la Isla Antigua en el Caribe está en obras. La casa de mamá en los Alpes suizos más de lo mismo. En la mansión de Cerdeña está su esposa Verónica con los hijos del primer matrimonio y cualquiera aguanta a la Vero unas vacaciones. Para colmo de males tiene anclado un lujoso yate en las islas Fiji pero a Silvio le da pereza pasarse dieciocho horas en su jet. A todo este cúmulo de adversidades se suma que, en estas fechas, a ver quien es el guapo, por muy Berlusconi que sea, que encuentra un bungalow libre en Torrevieja ¿Lo ven? Mientras el pobre hombre se devana los sesos usted llevará ya unas horas agazapado tras un seto armado con la sombrilla, cual desembarco de Normandia, a la espera de que la luz del día le guie para pillar algo de sitio. No importa que a causa del escueto espacio sobre la arena se vea obligado a tomar el sol sobre un clinex en vez de sobre una toalla. Peor es entrar en la segunda semana de agosto y no saber dónde ir. Lo dicho. Los ricos también lloran.

4 comentarios:

txilibrin dijo...

¡jajajajaajajaj!
Noto como envidia, no, algo parecido... No sabría describirlo... :D

A mi me da pena también, la verdad, pero bueno, el hombre no se lo ha montado bien, ni con tiempo, así que nada, a fastidiarse.

Por cierto, ricachón, invítate a algo por los madriles, que aquí los currelas estamos a dos velitas :D

cambalache dijo...

Eso está hecho. A una limoná fresquita que llegan ya las fiestas de mi barrio. Besos

txilibrin dijo...

Uyyy! Yo el viernes ya vuelvo a los madriles, habrá que pasarse por tu barrio :D
¿La limonada viene con sorpresa? Digo algo así como vodka o yo que sé :D

Anónimo dijo...

Hola amigos. Buen rollito, sí señor.

¿Os acordais de una canción de Sabina que decía "era tan pobre que sólo tenía dinero"?... me parece que se refería a Cristina Onasis... hummmmm... creo.
César