8 de febrero de 2007

Musicus interruptus

Está visto que esas cosas de Darwin y la evolución del hombre eran una milonga. Ya me lo barruntaba. Si alguien piensa que somos una versión adelantada del chimpacé que se olvide. No me pidan nombres pero se me vienen a la cabeza a cientos y seguro que a usted también. Un simpático mono puede hacer hasta dos cosas a la vez y nosotros casi ni eso. En Nueva York van a cortar por lo sano. Van a prohibir que sus vecinos vayan con el pinganillo del Ipod o similar mientras cruzan las calles. No crean que es para evitar que alguien pueda escuchar el último disco de Fran Perea y ahorrarle un trauma. No, aunque no dejaría de ser una decisión de lo más altruista y saludable. Es para que no les atropellen a causa del despiste. Al parecer ya se han dado casos. La cruzada también afectará a los móviles y a los videojuegos. Hay que ver las cosas que hacen los americanos mientras cruzan. Sólo les falta bajar la lavadora y ponerse a hacer la colada en medio de un paso de cebra. A mí me parece una medida muy extrema. Habría que valorar en función de qué músicas. Por ejemplo si llevas puesto a toda galleta un disco de los Status Quo los movimientos pendulares de la cabeza te permiten ver a un lado y al otro de la calle sin ningún problema. Si optas por Amancio Prada tampoco veo el peligro. Te habrás dormido en el rellano de las escaleras de casa y no habrás tenido tiempo ni de salir. Un riesgo latente sería sintonizar por la mañana la COPE pero, primero, en Nueva York no debe ser fácil y segundo, con tanto veneno que destila te da igual cruzar la Quinta Avenida que estar cortándote las uñas de los piés. Yo espero que las autoridades españolas no tomen nota. Lo digo sobre todo por esta ministra de Sanidad. Nos ha dejado sin cigarrillos, sin burger de las gordas, sin litrona y ahora va a por el vino ¿Es bebida o alimento? Que se convoque un referéndum ¿No se hizo con la OTAN y nos importaba menos que el Rioja? Pues eso.

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