13 de febrero de 2007

¿Coños o córcholis?

Cómo se ha puesto don Mariano. No le ha llegado el diámetro de la vena del cuello al de la Patiño pero por ahí le ha andado la cosa. Alguien le ha preguntado si su partido va a pedir perdón por lo de la guerra de Irak. Para qué ha querido más. Hecho un basilisco oiga ¡Estoy en otra cosa! ¡Este es un país civilizado! ¡¡¡Coño!!! No exagero un ápice. Si fuera un país civilizado usted debería haber espetado un ¡corcholis! don Mariano. Le ha podido el hervor de la sangre y se ha precipitado por el pozo de la contradicción. No se apure, eso nos pasa a todos. Me refiero a tener un pronto. A mí las contradicciones ya me resbalan por mi prodigiosa anatomía. Desde lo del oso hormiguero más o menos. Aunque no me dirá usted a mí que no es raro que ustedes, que piden perdón cuando se les escapa un livano regueldo en la sobremesa, no hayan abierto el pico por abrasar, asesinar y mutilar a miles de inocentes en busca de unas armas que no existían. Qué despiste don Mariano. Ya sabemos que le cabrea Jose desde que se pone las pantunflas por la mañana hasta que se las quita para irse al sobre. Y eso que es de su partido. Fíjese a nosotros. Y, sin embargo, aquí nos tiene. Viendo al novio de Anita Obregón en la Pasarela Cibeles. Relájese don Mariano. A ver si un día, encendido porque Jose ha vuelto al programa de Ana Rosa, va al Congreso y ante el bullicio de sus señorías les suelta un ¡se sienten coño! Tenga cuidado. Ya sabe que está muy mal visto.

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