2 de febrero de 2007

Cariño, me ha secuestrado Johnnie

Muy pedo no iría. De otra manera no se entiende que después de estar toda la noche de marchuqui tengas el cerebelo para rumiar la simulación de un delito con objeto de evitar la bronca de la churri. Cariño, cariño, que me han secuestrado una banda de bielorrusos y llegaré tarde a casa. En estos casos es mejor recurrir a los clásicos para evitar follones. No sé, por ejemplo, que te has quedado tirado con el coche y no acaba de llegar la grúa o que has tenido que llevar a urgencias a un colega en el umbral del coma etílico (qué malo es beber, cielito, qué malo). De no ser así pasa lo que le pasa. Que te pillan y que dejas a tu compañera como un auténtico energúmeno. Si uno es capaz de llegar a esos extremos para no enfrentarse a ella o eres un cobardica redomado o es que practicas la coyunda con el dragón de Tasmania. No sé a que opción se adscribe el tipo en cuestión. Pasó en Elche y al final se derrumbó. Dijo que le habían secuestrados unos rumanos ¿No sería un escocés de nombre Johnnie, amiguete? (imaginen el apellido solo con hielo). Los policías indagaron y el hombre se derrumbó. Ahora, además de la bronca de la que pretendía librarse y que le caerá multiplicada por mil, le han arrestado por simulación de delito. Un ejemplo nítido de lo que, comúnmente, denominamos hacer un pan como unas hostias. En su artimaña llegó incluso a facilitar a los agentes la descripción de los tres 'secuestradores'. Menos mal que la cosa no llegó a mayores porque imaginen que, con la mente resacosa, uno tan solo llega a describir a su suegro o a su cuñaoooo y les detienen por su culpa y por su curda. Entonces si que puedes ir atándote los machos antes de entrar por la puerta de casa. Te has cagao majete, te has cagao.

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