15 de enero de 2007

¿Quién maneja su barca?


Todo sea por humillarnos. Cuando todavía no se ha acabado de construir el yate de Paco el Pocero, más grande que el del rey campechano, ya viene el ruso éste a restregarnos que la fortuna de nuestro Paco es lo que se gasta él en los guisantes de la ensaladilla (rusa). Anda que le hará falta otro barco al gachó. Ya tiene cuatro. No sabe uno si los quiere para hacerse un crucerito o para invadir Normandia. Pues no está contento. Le están construyendo un trasatlántico con ciento sesenta y ocho metros de eslora que no sé muy bien lo que es pero imagino que es la distancia que va del balconcillo donde uno echa la pota mareado hasta las trancas de donde lo hace otro pasajero en el extremo opuesto. Una tiradita oiga. El barco se llamará 'Eclipse', digo yo que debe ser porque es tan grande que puede ocultar hasta el sol. Usted tan contento con la Zodiac que le presta su cuñaaaaaoooo y el Abramovich la utiliza en la piscina del yate para llegar al trampolín. Con este armatoste marino, el Roman supera al jeque Maktoum que, hasta que boten el 'Eclipse' (será con una garrafón en vez de con una botella, supongo) es el que más grande la tenía entre los magnates en estos menesteres. Eso sí, que no le toquen mucho los petrodolares al jeque que capaz es de comprar el Taj Majal y ponerle debajo unos flotadores. No son nadie. Para que se hagan una idea de la magnitud de la embarcación contará con varios jacuzzis y hasta con un cine en el que estará terminantemente prohibido proyectar 'Titanic'. Hágase cuenta que cuando usted coloca en la baca del coche la bici del crío antes de partir hacia Cullera, los buzos-mayordomos del ricachón le están aparcando en el vientre del yate el submarino para darse una vuelta con su churri después del aperitivo. Como lo oye. Así verán lo que a todos nos enseño Cousteau con el riesgo de que se les meta agua por el periscopio. Y yo que me alegraré, por vacilones y 'ostentóreos'.

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