12 de septiembre de 2006

A sus órdenes

Así cualquiera. Con esta vertiginosa evolución de las técnicas pedagógicas quien no estudia es porque no quiere o porque es un zote de tomo y lomo. Cuántas agrias tardes de codos frente a los libros nos hubieran evitado estas enseñanzas alternativas. La Academia de la Policía Local de Madrid ha sido el laboratorio de ideas en la que se ha pergeñado esta revolucionaria solución al tedio derivado del empolle puro y duro. Acaeció la buena nueva durante un curso de ascenso a sargento del cuerpo cuando, ya a oscuras y dispuestos a empaparse de doctrina, los aspirantes contemplaron en el vídeo la fornicación de dos seres humanos en lo que, cualquier advenedizo, consideraría una secuencia de una película guarra. Los murmullos y alguna carcajada aderezaron el estreno. Qué ignorantes. No saben que no hay mejor acicate para la productividad que fomentar el buen rollito entre los trabajadores. Qué mejor que conocerse de manera tan íntima. El profesor, azarado por el impacto entre la concurrencia, trató de censurar el acto, en este caso el sexual, mas los nervios le traicionaron y los policías ya tomaban sus primeros apuntes. En concreto las direcciones que les ofrecían en pantalla del tenor 'Tetas gordas', 'Rabos venenosos', Cómemela Joe' o títulos de películas subiditas de tono. Entre ellas 'La mamá, el hijo y la familia' que, pese a la candidez que pudiera transmitir, es, por lo visto guarra guarrísima (la estoy buscando en el internés ya que soy profesional que gusta de contrastar opiniones). Lástima que no estuviese Espe para ver cómo se forman sus muchachos. Ya es raro porque está enfebrecida entre las inauguraciones y la asistencia a cualquier sarao en el que estén más de dos personas y Telemadrid, que siempre está a la orden como los futuros sargentos. Ante el cúmulo de dificultades y el calor de la sala, por fortuna estos cuerpos dejaron de ser coto de los machos hace años, el proyeccionista optó por la vía recia del tirón del cable y se acabó. The End ¿Cómo acabaría la peli? ¿Cuál será la aplicación práctica de esta técnica? ¿Acaso en un gran atasco la Policía Local nos aconsejara recurrir al sexo para aplacar los ánimos y pasar el rato? Yo me apunto. Mejor que blasfemar y acordarse de los muertos de los políticos mientras escuchas la radio sí es. Lo dicho. No cejen en el empeño de introducir estos métodos en otros ámbitos. Al principio serán incomprendidos pero con el tiempo seguro que tienen su público ¿No han ido nunca a una sala X? Más selecto imposible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bueno que vean estas cosas , aunque sea por error.Al menos no se escandalizarán como el cabo Piris, que ordenó retirar de un escaparate de Cáceres la Maja Desnuda, por obscenidad.