7 de septiembre de 2006

¿Será el 'baño' que viene?

Qué sería de nosotros si algún compañero del santo oficio (con minúsculas) no estuviera siempre con las garras afiladas presto a saltar sobre la noticia como mi sultán sobre una rodaja de chorizo. Como habrán apreciado, el persistente recurso a mi sultán, del que alguno ya estará razonablemente hasta sus partes pudendas, viene a ser un trasunto canino del 'santo' de Elvira Lindo aunque mi perro y yo todavía no hayamos contraido nupcias. Dicho queda. Entre el anuncio de los inminentes contactos con ETA, la visita de Kofi Annan a España, un nuevo asesinato por violencia machista, qué drama, qué asco, el heredero japonés, que mucho imperio del sol naciente y mucha leche pero su madre se llama Kiko como el hijo de la Pantoja y no ha salido ni la mitad de lustrosa que el ex Paquirrín, no estamos a lo que tenemos que estar y se nos va el santo al cielo (el genérico, no el de la Lindo). Los árboles de la intranscendencia nos impiden ver el bosque de lo esencial. Si esta lúcida cita la hubiera escrito Confucio ya figuraría labrada a la entrada de algún edificio público pero como la escribo yo, en calzoncillos y a horas impropias, pues pasará desapercibida. Ellos se lo pierden porque pensaba legarla a la Humanidad y, vista su indiferencia, acabaré por legar sólo los gayumbos / gallumbos (un asco el diccionario de dudas, de eso no hay ninguna duda) y ya me pensaré si tal como van al cesto o recién lavados, que no es ni parecido. Una de esas sagaces periodistas a las que aludía desde mi más rendida admiración nos recuerda que, con éste, son ya tres veranos los que han pasado sin que veamos a la princesa Letizia en traje de baño. Cómo pasa el tiempo querida. Tres años sin ver a la ex Leti, hoy la cosa va de ex, lucir muslo presta a darse un chapuzón ¿Cómo hemos podido sobrevivir a tamaña privación? ¿Cabe mayor desazón? Qué crueldad. Diría más, con adelantadas excusas por el apunte biográfico, pero ¿cómo ha podido sobrevivir el mundo sin poder contemplar mi paquete embutido en un tanga de leopardo durante mucho más de tres años? Y no digo ahora, que esculpo mi cuerpo a diario y tengo el torso como una tabla de lavar, sino en los tiempos duros de la bohemia ortodoxa, cuando pasaba de los cien kilos en canal y tenía en la mano un bote de Mahou adherido con velcro. El Capitán Garfio de la dejadez más absoluta ¿Se imaginan el espectáculo? Bueno, después de ver en similar pose a Tony Genil igual se hacen una idea aunque yo, está mal que lo diga, tengo algo más de conversación aunque no canto de rodillas. Inclusive en un par de ocasiones me broncee en una playa nudista y sigo sin saber por qué nos saludamos en pelotas cuando nos cruzamos y no lo hacemos en una playa textil. Debe ser un rito derivado del buen rollito. Por cierto, esto de la playa textil, que queda científico y erudito, no ha de llamar a engaño. No crean que a la entrada del recinto hay unas venerables abuelas haciendo a punto pelota verdugos o bufandas para los nietos en vez de un chiringuito con pestazo a sardinas. Qué va. Es argot nudista. Lo aprendí en ese breve episodio de mi dilatada vida en el que a punto estuve de alojarme en ese hotel que sólo admite a gente en pelotilla picada a cualquier hora del día. Sólo sopesar el esfuerzo sanguineo que supondría colgar la llave de la habitación en el único lugar habilitado para ello me retrajo de ello. Ustedes me entienden ¿verdad?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a desnudarme un poco:Siempre he vivido al lado de un rio en el que aprendí a nadar casi antes de andar.Cuando fuí mozalbete, descubrí las gargantas de la zona y sus charcos de agua cristalina, y me tirá como 20 años bañándome siempre en ellas desnudo.Me parecía un insulto a la naturaleza ponerme bañador.Comenzaron a poner puertas al campo, y cada vez era más complicado ir a esos charcos cercanos y había que andar, cosa que no me hacía ninguna gracia.Conclusión, que llevo unos cuantos de años bañándome en el río cerca de casa , con mi bañador y echando la partida de cartas.
No sé si no voy apenas a las gargantas por no andar, porque mi cuerpo no es lo que era, o por la partida , la cuestión es que disfruto menos de las aguas limpias .
Para los no habituales al nudismo les diré que es lo menos erótico , pues ,al menos a mí, me pone más lo que se insinua que un cuerpo desnudo.

cambalache dijo...

Bañarte en un río. Joder, me da frío sólo pensarlo

Anónimo dijo...

No es el río que yo desearía, pero al menos hay cantidad de peces. No está tan contaminado.Me he bañado en mares más frios aunque prefiero el Mediterráneo o el Caribe.