22 de septiembre de 2006

Los pensamientos de la licenciada Obregón

La licenciada Obregón ha estado un año entero pensando. Así, sin darse importancia, sin llamar a los notarios del Libro Guiness ni nada. Su privilegiado cerebro ha estado durante todo ese tiempo alumbrando los capítulos de 'su' nueva serie 'Ellas y el sexo débil'. Nunca mejor utilizado el posesivo ya que la señora Obregón, produce, actúa, realiza el casting, coloca las luces, teje a mano los jerseyses del vestuario y elabora de manera artersanal las tortillas del catering. Qué gusto da trabajar en equipo. Ya no recuerdo, y mira que es raro pues sigo a diario su pulso vital, si la eximia bióloga ha deleitado este verano a sus millones de incondicionales con su tradicional posado playero. De no ser así, si me permite, habría hecho usted mal pues no debiera privar a los españoles, en estos tiempos aciagos, de sus revolcones sobre la arena, de esa anatomía rebozada tipo croqueta Findus, de ese espectáculo envidia del universo mundo. Qué gusto poder verla retozar a usted en la orilla en vez de tanto cayuco hacinado de muertos de hambre. Qué ordinario. Claro que pensar lleva sus horas y usted cuando se pone no hay quién la pare. Nada menos que noventa y un capítulos ha pergeñado dentro de su materia gris que, en su caso, imagino rosa fucsia y con pompones. Tampoco sé, sí señorita soy un ignorante, un lerdo y encima no soy biológo, si la serie se ha comenzado a emitir aunque he leído, y leo porque su ejemplo de intelectualidad crea escuela, que se inicia con su misma persona haciendo esperar al presidente Zapatero para proceder al traspaso de poderes. Inmenso. Le aconsejo de manera altruista que, a la hora de confeccionar su gobierno, no se olvide de nombrar a Cachuli ministro de Economía que de cuentas sabe un rato. Presuntamente claro ¿Alguien conoce un país con mayor densidad de presuntos? Presuntos choros, presuntos políticos, presuntos actores y actrices. Cuánto intrusismo licenciada, menos mal que nos queda usted. Por cierto, hablando de Cachuli, perdone mi crueldad, esa venganza de los mediocres, pero le habrá sentado supermegafatal que haya sido elegido el personaje más popular de España. Y eso sin posar en tanga en la playa, claro que si lo hubiera hecho le habrían elegido personaje más popular de Europa. En otros países menos tolerantes hubieran prohíbido las imágenes por incitación al fornicio ¿Se imagina? Golosito estaría el hombre. Así es la realidad, injusta con el talento y generosa con la presunta pillería. Usted un año pensando en casa mientras Julián se pavoneaba por el Rocío con la mariconera en una mano y la Pantoja en la otra y ya ve. Él medalla de oro del populismo y usted ni pilla podio. No desespere; ahora con la serie el éxito volverá a su regazo como con 'Ana y los siete'. Confieso, y perdón por ello, que no seguí mucho sus aventuras y desventuras aunque las pocas veces que el azar me ofreció ese manjar la veía a usted mucho en picardías y rodeada de unos niños abominables. Es una opinión licenciada, no la tome mucho en cuenta, ya sabe, lo dijo Harry el Sucio, que las opiniones son como los culos. Todos tenemos uno. En fin, sí querría invitarle, por su bien y el de España, a que dosifique su intelecto. No estamos sobrados de ellos. Por el momento, con noventa y un capítulos tenemos suficiente. Incluso si no quieren emitir todos y guardarlos para cuando yo me vaya de vacaciones al Matto Grosso, no pasa nada. Yo me sacrifico.

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