4 de septiembre de 2006

Le dijo la sartén al cazo

Espe detesta los personalismos. Si, sí, la misma en la que está pensando. La reinona de la política madrileña. La Shakira de la gestión, capaz de posar junto a cualquier fan y colocar la foto dedicada en la página web que la pagamos todos los madrileños. Ella ha aprovechado ese rinconcito cibernético para que su club de entusiastas puedan enmarcar una instantánea para la Historia (casi se me olvida la mayúscula, qué injusticia). Ella no lo hace por vanidad. Es más bien una obra social tan importante como la de Cajamadrid. No es otra que satisfacer las demandas de su público. Ella se debe a él como cualquier folclórica. Espe siempre ha sido, todo el mundo lo sabe, de natural modesta y discreta. Nada de personalismos. Si apenas sale en los medios de comunicación por no molestar. Si los seriales que le dedica Telemadrid, de un crítico que asusta, obedecen a la contumacia de sus directivos en hacerle la pelota para conservar poltrona. Que nadie piense que ella utiliza la tele de todos (ja, ja) como si fuera su Cinexin particular. Espe detesta los personalismos. Qué lástima haber arrumbado hace años los opiáceos. Así por lo menos tendría alguna alguna causa para creer que lo que leo son delirios propios y no extravagancias ajenas. Por el momento, la marquesa-presidenta, al calor del triunfo de los chicos del basket, ya ha engalanado la Puerta del Sol con un 'Gracias' de tipo panorámico y, de medio tapadillo, nos coloca el slogan de su Legislatura. La suma de todos. Y por qué no llega a la canasta que si no se marca un mate al puro estilo NBA. Pero no por protagonismo, qué va, es que ella es así. Campechana como el Rey. Lo del personalismo era por atacar a su enemigo, el alcalde Gallardón, a quien tacha de ser en exceso individualista y egocéntrico. No seré yo quien le quite la razón, doña Espe. Sólo que jamás encontré acusación más adecuada para aplicar el dicho popular (del pueblo, no de su partido). Ya sabe, aquello de 'le dijo la sartén al cazo'.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues nada, visto lo visto, ya no la llamaremos Espe-rancia, sino Modesta.