25 de agosto de 2006

Vacas políglotas

Soy hombre lego en muchas cuestiones pero es en el ámbito campestre donde mi ignorancia adquiere tintes sublimes. Nunca he sido de cámping ni de senderismo ni de alelarme con el paisaje que se divisa desde la cumbre de una montaña porque, primero, sería incapaz de subir y, segundo, en el caso de que lo hiciera, una vez arriba ya estaría pensando lo costoso que iba a ser bajar luego. Positivo que es uno. Hace años intenté un retiro en una casa rural para escribir con tranquilidad y, después de haber pagado cinco noches por adelantado, sólo aguanté una. Un simpático gallo que para cualquier persona con mínima sensibilidad hacia la madre Naturaleza hubiese sido un componente bucólico, a mí me amargó la estancia. Donde esté un despertador digital, quita, quita. Me dan miedo los animales asilvestrados, no le encuentro gracia alguna a comer en el suelo con las hormigas trepandos por mis nudillos y no me cautiva para nada el olor a cagada de vaca que a algunos les embriaga. Y precisamente a las vacas venía yo a referirme. Con los antecedentes expuestos resulta obvio que preciso ayuda para extrapolar a nuestra patria una tesis que corre como la polvora por tierras anglosajonas. Un grupo de granjeros británicos del suroeste de Inglaterra han llegado a la conclusión de que las vacas mugen con acentos distintos en función de la región en la que pastan. Es verdad que esta revolucionaria afirmación bien puede deberse a la prolífica ingesta de pintas a la que acostumbran los nativos de las Islas, pero incluso un experto lingüista, nada menos que un catedrático de Fonética, ha concluido que no se trata de ninguna extravagancia ya que este fenómeno se había detectado ya en pájaros. Bien es cierto que nadie exige a un catedrático ser abstemio pero, bien mirado, si Pixie y Dixie son ratones y hablan con el mismo acento que Aznar en su legendario 'estamos trabajando en ello' no hay razón para descartar que las vacas gallegas mujan con su acento correspondiente e incluso se marquen una muñeira cuando vean salir por toriles en la tele a un macho de buen ver. Quién nos dice que con la entrada del nuevo Estatut estos provechosos animales no se van a poder expresar acogidos al hecho diferencial sobre sus compañeras de Aragón que, a su vez, podrán pastar con el cachirulo enfundado. Pues lo dicho, que si alguien ha notado algo que me lo comunique.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa diferencia linguística de debe a que no son súbditas de las faes.Si lo fueran, dirían todas lo mismo y en el mismo tono.

cambalache dijo...

Ja, ja. Buena apreciación. Es cierto. También las podían llevar a una tertulia de la COPE.