25 de septiembre de 2005

La venganza de los hipócritas

Curioso mundo. Varias firmas de lujo han retirado sus contratos a la modelo Kate Moss por esnifar cocaína. Para ser más exacto, no porque la esnife sino porque se sepa. Al fin y al cabo para las multinacionales es mucho más presentable explotar a jóvenes e incluso niños para que fabriquen de manera masiva en países miserables. En este curioso mundo se tolera que se arrasen pueblos enteros y se masacren a miles de inocentes; basta con ser gobernante de uno de esas naciones que se tienen por desarrolladas aunque el cerebro de sus líderes no esté ni de lejos a la altura de ese desarrollo. Pero esnifar coca, eso sí que no bonita. Vaya imagen, Kate ¿no ves que es mucho más gratificante exhibir los muñones de los niños o las tripas de los adolescentes enroscadas en los matorrales? ¿Cómo se te ocurre hacer lo que te dé la gana aunque ya seas mayorcita? ¿No te das cuenta que para invadir Irak no hace falta permiso pero para decidir sobre tu vida tienes que someterte al criterio de los hipócritas? Hace unos años, en el Parlamento alemán, se hizo un muestreo en los servicios y aparecieron en la mayoría de ellos restos de cocaína. Deber ser que los directivos de las empresas que ahora te repudian, en sus fiestas suntuosas sólo consumen gominolas o se dedican a hacer punto de cruz. La foto de Kate fue publicada por un diario inglés con el argumento de que se trataba de un asunto de interés general ¿Qué droga procura semejantes sandeces?

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