21 de abril de 2009

SASTRES SIN FRONTERAS

Poco a poco reluce la verdad en el túnel de la insidia. Los Correa boy's no son presuntos choros sino voluntarios de una ONG dedicada a vestir con elegancia y donosura a cargos, carguetes y carguillos del PP. Hasta doscientos mil euros asignaron a ternos para que no fuesen a los mitines de Mariano hechos unos mamarrachos. Con la moneda de la sospecha. Con el castigo del trullo les pagamos. Qué poco cuesta en este país convertir un bien social en una banda de delincuentes. La dinámica del apaño remitía al ancestral trueque. Si al edil en cuestión le hacían falta unos naúticos y al niño unas deportivas fardonas se apalabraba un contrato menor. Si la familia, incluida la suegra, tenían que ir de boda o comunión el fondo de armario corría a cargo de estos samaritanos a cambio de un contrato de mayores vuelos. Tan sencillo como eso. El surtido de trajes de Paquet Camps iba aparte. Hace días que no se sabe de él no porque no trabaje sino porque ha ordenado en casa que le levanten la moqueta a ver si encuentra de una puñetera vez las facturas. No hay manera ¿dónde las habrá metido el Bigotes? Por trajes de fallera mayor, mucho más caros, se ofrecían recalificaciones y por el disfraz auténtico de Spiderman los únicos terrenos no urbanizados de Benidorm. Sastres sin fronteras, dentro de ese encomiable afán por fomentar su diversificación, también tenía atenciones en forma de vehículos o joyas. En el primer caso regalaba bugas a los alcaldes y costeaba la mitad del bonobús a los ujieres en justa aplicación de las reglas de la proporción según las dotes de mando. El reparto de las joyas seguía similar política. Pedrolos de piedras preciosas para ellas, cordones de colorao para ellos y alguna sorpresita de los huevos kinder para los subordinados. Todo muy equitativo.

1 comentario:

paredes dijo...

Tan cristianos ellos, y regalan los trajes a quienes menos lo necesitan.

Como curas parecen.