27 de marzo de 2009

COSAS ENTRE COLEGAS

Por mucho que se cierren las puertas es difícil que por algún resquicio, por pequeño que sea, no se escape tanta falta de vergüenza. No debían andar muy tranquilas las conciencias cuando se ordenó que esas cosas, de colega a colega, mejor hacerlos con sordina y la nariz tapada. El diputado Michavila, a quien se le ve por el Congreso sólo si hay canapés por la filosa, podrá seguir con sus negocietes fuera del hemiciclo. Sus señorías, por si acaso también les cae una canongía, votaron en masa para que el pobre de Chema siga, por ejemplo, asesorando a Shakira. Qué iba a ser de ella sin ese toque de glamour que aporta este caradura. Y tantos otros. Sin embargo, en el caso de Michavila-Muchacara la obscenidad es tal que hasta sus propios compañeros de bancada llevan antifaz para que no les reconozcan a su lado. Cuentan que su despiste y absentismo es tal que, cuando por equivocación se deja caer por allí para partirse el lomo apretando el botoncito, pregunta si se vota la Constitución del 78 o el referéndum de la OTAN. No se puede, o no se debe, hablar de ética política y mantener en el pesebre a estos tipos. Si quiere hacer negocios que los haga, pero que los almuerzos para celebrarlos no los pague con mi dinero. Cuando uno mira la nómina, un privilegio en estos tiempos de crisis, y ve lo que le retienen cuenta hasta diez o se acuerda de lo bien que esta ahora la carretera para ir a su pueblo. No obstante si uno también repara que una parte alicuota de ese parné se destina al mantenimiento de la andorga de estos trincones dan ganas de ponerse el kimono y liarse a patadas hasta con los leones de las Cortes. Claro que muchos políticos se ganan el jornal. Seguro que la mayoría. Aún así convendría, cuando se tiene oportunidad de ello, evidenciar no sólo que no todos son iguales sino que, en determinados casos, ni siquiera son sospechosamente parecidos. Que cada palo aguante su vela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
paredes dijo...

Según algún diario patrio, hay 250 diputados que cobran por trabajos,o no trabajos, extras.
De ellos casi el 90% en el sector privado.
¿A quién sirven estos señores o señoritos?

Reconozco que la pregunta es difícil.