LA BRIGADA ANACLETO

Bajo la supervisión del afamado agente secreto Anacleto, don Paco Granados, hombre de campechanía probada, ha reclutado una brigadilla de ex policías para hurgar en las vidas ajenas. Se trata de misiones de alto secreto tales como pillar cocido hasta las trancas en Nochevieja a algún diputado sociata o fotografiar a algún comunista mientras entra en una tienda de Loewe. En suma, espionaje de altos vuelos. Estas nos gastamos en esta región al parecer tan moderna. La trama se concreta en informes escritos con bic punta fina que los agentes le escriben a don Paco mientras se toman un sol y sombra entre partida y partida de dominó. Todo muy edificante. Don Paco no niega la existencia de esta brigadilla de cotillos con derecho a placa. Se limita a decir que es una novelilla para tapar las torpezas de ZP a la hora de combatir la crisis. Crisis habrá, pero, desde luego, a alguno todavía le queda alguna botella de orujo de la cesta. Esta red de 'jamesbones' todo a cien que, en vez de llevar sofisticados coches, tienen que tirar de bonobús es una vergüenza que, en un país medio normal, le hubiera costado el cargo al simpático don Paco. Sin embargo, su jefa, la todavía más jovial Espe ha salido en su defensa. Bien es cierto que ella es una de las beneficiadas porque quién nos dice que la 'Brigadilla Anacleto' no elabore documentos confidenciales para saber en qué tienda están más baratos los calcetines. Yo que el príncipe, de cuya amistad presume Granados, me andaría con el bolo colgando a la hora de extraerme una mucosidad en algún semáforo. El ojo que todo lo ve está en continua alerta. (NOTA: las foto que ilustra este post está tomada justo después de que los Anacleto' s boys sorprendieran a Gallardón tirando los periódicos en el contenedor del vidrio. Todo un escándalo)