27 de enero de 2009

DEL SERVILISMO A LA DECENCIA

La antología de preguntas que ayer tuvo que capear ZP en el plató de RTVE me han reconciliado con la función de una televisión pública. Quizás sea porque uno viene de aquellas entrevistas de Urdaci a Josemari tras las cuáles, aunque ya no se viera, el hoy jefe de prensa de Paco el Pocero le sacaba a hombros hasta la puerta sorteando los focos y los cables. O igual, quién sabe, es que me he vuelto un hombre que se conforma con poco. Lo que no se puede negar, salvo que trabajes en la COPE o satélites, es que algunas de las cuestiones que le espetaron los ciudadanos fueron tan certeras como comprometidas. No hay mejor termómetro de la mejora de TVE que comprobar que apenas se habla de ella salvo alguna gamba que han metido como cualquier hijo de vecino. Uno, al menos desde Madrid, lo mira con envidia. De estar todavía don Alfredo al frente de los informativos el formato de 'Tengo una pregunta para usted' hubiera incluido algún cambio. Por ejemplo, él mismo se hubiera disfrazado de cada uno de los ciudadanos para no importunar a Jose. Ya ha demostrado sobradamente sus dotes cómicas en algunos programas de bromitas catódicas y, por supuesto, cuando presentaba los informativos. Así no hubiera sido difícil verle saltar de asiento en asiento ora de viuda pensionista ora de joven parado. Señor Aznar, mi pensión es tan elevada gracias a su gobierno que no sé qué hacer con tantos ahorros ¿me recomienda invertir en cerebros para la Fundación Faes ya que tan escasos están de ellos? Me alegra que me haga esa pregunta. Si quiere se la repito, que decían los Martes y 13. En el caso del joven nos podríamos topar con un Urdaci con pantalón ancho de hip hop y gorra, mascando chicle y dándole las gracias a Josemari porque gracias a la labor de su Ejecutivo estaba en el desempleo y así tenía más tiempo para hacer botellón. Digamos que estamos ante otro estilo de hacer televisión. Uno que prima el servilismo y otro que hace lo propio con la decencia profesional. Adivinen dónde está cada cual. Decía lo de la envidia porque no crean que en Telemadrid la cosa sería muy distinta. Sin Urdaci al frente, sus gerifaltes optarían por traer al plató un autobús con el Club de Fans de Espe más algún paciente de hospital de diseño que no sólo no tuvo que esperar para ser operado sino que lo hicieron estando todavía sano por si acaso ¿Cabe mayor rapidez? En este caso nos toparíamos también con cuestiones altamente comprometidas para la presidenta ¿Prefiere el calcetín al pinky? ¿Le gusta más Güemes con gomina o pelo suelto? ¿Le ruedan los espías de Granados con cámara oculta los cumples de los nenes? ¿Cuándo es el suyo? Lo digo para mandarle unos Ferrero Rocher. Y así una tras otra. Un verdadero infierno.

1 comentario:

paredes dijo...

Con esas preguntas tan comprometidas que pones para la Doña, diría ,y con razón :!!!destituyanme a estos impertinentes conspiradores!!!