¿NO HAY CASERA? PUES NOS VAMOS

Aunque uno no es de mucho espumillón, en estas fechas se deja arrastrar por ese entrañable espíritu navideño. Quizás por ello elige adjetivos edulcorados para actitudes bochornosas. En este caso, se me antoja 'curioso' este concepto de democracia que se gastan las huestes del PP. A saber. Pedro Castro, como es bien sabido, la defecó. Es posible que tuviera que haber dejado su cargo, pero si echamos mano de esas hipótesis igual nos quedábamos solos. No digo que esta opción fuese el peor de los supuestos. Lo cierto y verdad es que cinco partidos políticos, haciendo uso incluso de su derecho inalienable a equivocarse, han votado en contra de su dimisión al frente de la FEMP. La aritmética dice que Castro seguirá. Y el PP simplemente no lo acata. Si no hay Casera nos vamos. Me paso por el forro de los mismos cojones a los que aludió don Pedro las votaciones. Bien sabido es, y si no que se lo pregunten al gurú don Manuel, que la democracia es un sistema admirable siempre y cuando gane yo. Claro está. A mi, que no soy ejemplo más que cuando juego al futbolín, no se me ocurrió exiliarme cuando Josemari llegó al poder. Confieso que deseos a veces no faltaron. No es de recibo insultar a quien vota al adversario, pero tampoco lo es considerar la democracia tan molesta como un grano en el esfíner a menos que se haga lo que a mi se me ponga en los mismísimos... Pues eso. Castro dixit. Por cierto, cuando rompo a pensar me doy miedo. En estas estaba cuando se me ha ocurrido preguntarme si una presidenta autonómica ('la presidenta' por antonomasia) debe dimitir por acusar sin pruebas a un gobierno democrático de negociar con asesinos o es mucho más cómodo pedir la cabeza del señor alcalde. Tontunas, sin duda.