CESTAS DEL PALEOLÍTICO

Ya no sabe uno qué hacer. Si no regalas cesta malo y si lo haces peor. Estas cosas pasan por tener detalles con ignorantes supinos que no saben valorar el esfuerzo de sus superiores. Desde ahora no será extraño aquello de 'eres más desagradecido que un funcionario de Algete'. En este municipio, el consistorio ha tirado la casa por la ventana y así se lo pagan. Que si la piña es la misma que llevaba Carmen Miranda sobre la cabeza, que si las aceitunas no tiene hueso porque se ha desintegrado con los años, que si hay moho en las garrapiñadas, que si han encontrado un polvorón de la estepa de cuando aún estaba urbanizada, que si la paletilla parece un fémur de Atapuerca... Y así todo. Menos con el whisky claro está. Seguro que si tiene doce años no dicen nada. Eso sí, les pones los langostinos con idéntica edad y no veas la que te arman. Está claro que no se hizo la miel para la boca del asno. En vez de apreciar estas preciosas antiguedades sospechan que el Ayuntamiento ha ido husmeando por todos los contenedores del Lidl para ahorrarse unos euros. En vez de ver en el musgo del yogur su caducidad bien podrían ver el objeto histórico que reposa en sus manos. Eso pasa por dárselo a catetos y no a Sotheby's para que lo subaste como la primera lata de sardinas que se merendó el gato Silvestre o como la primera cesta que recibió en el curro Pedro Picapiedra. Ya que en el trabajo, en plena crisis, han sido generosos lo mínimo es callarse o, en su defecto, elogiar la evolución de los productos. Es decir, asumir que lo que era turrón de yema ahora es del duro y que dónde había higos ahora hay pasas. Menos da una piedra aunque, en este caso, estaríamos hablando de todo un fósil.