7 de noviembre de 2008

PERRO AFERRADO AL CARGO

Qué mal se lleva eso de dejar de pisar la moqueta del poder. Ha sido saber que tiene que abandonar la Casa Blanca y se ha puesto hecho un basilisco. Todo muy humano. Por eso me extraña de Barney. Siempre tan discreto, tan en segundo plano, sin interferir en las grandes decisiones de la nación. No crean que les hablo de un asesor presidencial. No piensen que se ha agarrado al sillón ergonómico y se ha defendido a bocados de los hombres de Obama. Casos ha habido en España de altos cargos encadenados a la verja de un ministerio o pillados 'in fraganti' haciendo un puente al ex coche oficial. Barney es el perro de Bush (digamos mascota para no inducir a error) y ha mordido a un periodista. Cuánta envidia habrá sentido Schuster por no poder hacer lo mismo cuando le preguntan por la crisis de mi Madrid. Al parecer, el chucho ha intentado hacerse fuerte y se ha atrincherado en el despacho oval con una palangana de agua, los dvd's de Lassie y un saco de pienso. Sólo la intercesión de un primo de Pluto que trabaja para la CIA, en concreto en labores de espionaje husmeando en los alrededores de La Bodeguita de Enmedio para pulsar el estado de la oposición a Fidel, le ha disuadido de sus intenciones. El can era de naturaleza cariñoson y tranquilo pero se volvió tan violento que incluso exigía sus galletas con formas de misiles. Normal. Con lo que veía en casa que podíamos esperar.

3 comentarios:

Likuid dijo...

Ya sabía yo que algún fallo tenías que tener, merengón... ;)

cambalache dijo...

Ja, ja, ja. Un fallo muy gordo porque soy muy merengón. Un saludo

paredes dijo...

Likuid, no te arrimes a Germán cuando acabe la liga, que puede ser más peligroso que la mascota del ex.