15 de octubre de 2008

UNA ABSOLUTA COCHINADA



Tápense los ojos. Eso que no deberían mirar es una absoluta cochinada. Por eso en mi pueblo, cada vez más pueblo, han censurado que se vea en las marquesinas de las paradas de los autobuses. Debe ser que como tardan tanto en llegar corre usted el riesgo de subir todo morcillón y toparse de tal guisa con la máquina del bonobús. Por no hablar de la que puede armar si va muy lleno con tanto restriegue y tanto frenazo. Desde luego no sé cómo a la productora de la película se le ha ocurrido semejante guarrada. Con el título de la película uno esperaba ver en la cartelera a una abuela haciendo bolillos con falda hasta los tobillos y medias de punto de garbanzo. Claro que la empresa encargada de la publicidad hasta se permitió la licencia de sugerir que se cambiara el nombre del film ¿Por qué no la llama usted Ben Hur, por ejemplo? Oíga es que no va de romanos. No se preocupe ¿acaso iba 'El Golpe' de boxeo? ¿acaso salía en pelotas Bette Davis en 'Eva al desnudo'? No. Pues eso.

5 comentarios:

Likuid dijo...

¿Tu pueblo tiene cinco millones de habitantes?

cambalache dijo...

Es correcto. Está a unos sesenta kilómetros de Toledo

Likuid dijo...

Mmm... ahora no caigo... ¿puedes darme más pistas?

paredes dijo...

Si llegara ese sitio a la categoría de pueblo, no tendría esos engendros de mandatarios.

Anónimo dijo...

Tratemos de no politizar el asunto. De lo que va la vaina es de plantearnos qué sitios son más o menos apropiados para ponernos cachondos. Yo a la hora de buscar una erección controlada tengo la opción de acudir a los clásicos: sex shop, cine x, revista porno,... Lo que ocurre con los sitios públicos, como un autobús, es que son eso, públicos, y alguien tiene que poner un límite a nuestros instintos más básicos, más que nada por respeto al otro, o la otra, que puede no apetecerle lo mismo. Lo cierto es que la chica del póster está muy bien, y se está tocando el coño con lencería fina, en fin, que yo, ni soy ni quiero ser insensible a esas cosas, quiero que me sigan poniendo ese tipo de cosas, pero claro, no en un autobús camino del curro.
Saludos,
Ricardo