11 de junio de 2008

LIBROS ACUÁTICOS

Ahora sí que sí. Ya no tiene excusa para leer a Dostoyevski mientras un pez manta quiere venderle un cedé pirata en el fondo del mar. Han inventado los libros acuáticos. Acuérdese, eso sí, de graduarse las gafas de buzo. Todavía no he visto ninguno aunque imagino que no se habrán limitado a plastificarlo página a página. Seguro que habrán utilizado una tinta indeleble para que, por mucho que lo sumerjas, las letras no se diluyan. Ya sé que, en según qué obras, no deja de ser una faena tener que leerlas. Aún peor si mientras lo haces una carpa te mordisquea los huevecillos. Las tapas las habrán recortado de una colchoneta o de un flotador y les habrán fijado a los libros un peso máximo autorizado. Por muy impermeable que sea si te tiras al agua con 'En busca del tiempo perdido' no logras emerger por mucho que batas las aletas como si te persiguiera toda la saga de la película Tiburón. Han hecho bien en dar a conocer este experimento ahora que se acerca el verano. Ya verán en agosto en la playa de Gandía. Un silencio sepulcral. Como se le ocurra llamar a voz en grito al nene para que no se meta más allá de la rodilla fácil que la destierren a cientos de metros del chiringuito de los helados. Por favor, cállese ¿Es qué no ve que estamos leyendo? Sólo falta que hagan lo propio con el Marca. Voy a llamar a mi editorial a ver si por lo menos mis novelas las meten en una bolsa de plástico del Carrefour.

2 comentarios:

paredes dijo...

Ya que han hecho tan sesudo invento, espero que manden alfabetizadores de peces al fondo del mar.Matarile.

Margarida dijo...

Paredes!!! Que alegria co�o!! Ya te echaba de menos. La verdad que respete la decision de German en su dia de no publicar comentarios pero me decia yo....y que sera de Paredes y de la mariscada prometida?. Pues aqui estamos, como si nos conociesemos y todo!. Un saludo...bueno y pa ti tambien, German