30 de junio de 2008

CANAL HAPPY

Con el triunfo de la selección, hoy no habría problema para abrir el informativo pero otros días no sé yo si habría que sustituirlo por algún episodio de la Casa de la Pradera para cumplir con la ley. Me refiero a la ley que obliga a dar noticias felices y que ha aprobado el Senado rumano. De momento no se habla de exportarla pero quién sabe. Yo veo difícil que en España tenga futuro. De hecho, ni siquiera este campeonato de Europa ha servido para homogeneizar la dicha. Que se lo digan a Urkullu. El presidente del PNV, en una brillante demostración de que una ideología tan legítima como el nacionalismo puede derivar a la mínima en paletismo con hecho diferencial de fábrica, quería que ganara Rusia porque, al parecer, él es mucho de ensaladilla y filetes de aquellas tierras. Por mucho que le duela sepa que Xavi Alonso no se ha nacionalizado extremeño y que también en Euskadi se lanzaron cohetes aunque lo tuvieran que hacer con sordina. Luego se puso hecho un 'basiliscoak' cuando le insistieron y vino a decir que estaba hasta sus diferenciales atributos de que le preguntaran por la 'roja'. Calculemos que tan hasta los huevecillos como algunos estamos ya de esa consulta popular que tanto preocupa a los vascos a la hora de tener que pagar la hipoteca. De todos modos que tampoco presuma Rumanía de ser pionera de este 'happy canal' porque aquí Telemadrid lo lleva poniendo en práctica cada vez que sale Espe Aguirre. Hablamos del 80% de sus informativos. El 20% restante se reparte entre propagar que si no fuera por ZP la felicidad sería casi completa y que, si no fuera por Rajoy, la derecha, con Espe al frente, se encargaría de que la vida fuera un perenne orgasmo que acabaría de una vez por todas con los gatillazos existenciales. El espíritu de esta ley es que, según ellos mismos explican, el tratamiento de un asesinato merezca el mismo tiempo e interés que el nacimiento de una nueva flor. Quién dice flor dice capullo o consejero de Espe que, en algunos casos, lo mismo da. Es una pena que esta idea no haya llegado todavía con Urdaci al frente de los informativos de TVE. Él sí que era un maravilloso mensajero de la felicidad. Baste revisionar aquellas entrevistas que le hacía a Josemari. Qué arrojo. "¿No es cierto que es usted el artífice absoluto de este prestigio de España reconocido internacionalmente?" "¿No es menos cierto, señor presidente, que si no fuera por su brillantísima gestión lo más moderno que tendríamos que enseñar a Europa sería el tanga de piel de mamut que llevábamos en Atapuerca?". En ambos casos a Jose le alegraba mucho que le hiciera esta pregunta. No es extraño que el periodismo sea uno de los oficios más peligrosos del mundo. Por un lado están los corresponsales de guerra y por otro quienes corremos serio riesgo de cogernos una salmonelosis tras la ingesta de tanto canapé.

No hay comentarios: