16 de junio de 2008

BODAS Y BODORRIOS

Ahora sí que me quedo para vestir santos. Ni siquiera la boda de Flavio Briatore (mucho más mayor y estropeado que un servidor aunque esté mal que lo diga) es un consuelo a pesar de la gran maciza que se ha echado de esposa. Por cierto, siempre me lo pregunto en estos casos ¿Ustedes creen que esa bonita joven se hubiera casado con ese tipo treinta años mayor si en vez de ser ricachón regentara un asador de pollos en Vicálvaro? ¿A qué sí? Es lo que tiene el amor. En fin. De cundir el ejemplo de una ley brasileña habrá que plantar diez árboles por pareja si te unes en matrimonio por lo civil y más del doble si te divorcias. De aplicarse con efectos retroactivos Cascos tendrá que repoblar más de cuarto y mitad del Matto Grosso. No sé si merece la pena arriesgarte a una ciática por agachar la raspa con un azadón a cambio de que en el convite te bajen la tarta del techo a los acordes de Superman. Con mis propios ojos lo he visto. Cómo no van a fracasar las relaciones con esos traumáticos comienzos. Claro que peor es lo de don Flavio que tuvo como invitados a Jose y Ana. Él vestía smoking de tal modo que, habida cuenta de que su estatura es inversamente proporcional a su descomunal talla como estadista, parecía recién escapado de la tarta nupcial. Ella, sin embargo, lucía escueta pamela coronada por una pequeña defecación de tórtola tipo derby de Ascot en versión poneys. Lo cierto es que me corroe la envidia. Debe ser una experiencia única departir en la misa mesa con el matrimonio Ansar con Agag y con el mismísimo Berlusconi mientras Fernando Alonso practica el trazado de las curvas subido al carrito del Moet Chandon. No hay manera. Nosotros lo más exótico que comemos es un langostino del Cuaternario y además tenemos que invitar a los primos del pueblo que siempre confunden el cóctel de mariscos con el helado y se quejan porque se creen que ya se ha acabado el condumio. Hay que joderse.

1 comentario:

paredes dijo...

Acabo de ver por google al tal Flavio y su nena, y la verdad que la chica está de buen ver.Si tu no lo dices ni sabia de la existencia del susodicho ( hay que ver que incultura la mía)

A todas luces se ve que es una boda por amor.Amor a no sé qué , pero por amor.