21 de mayo de 2008

GANGAS DE ZAPATOS

A quién se le ocurre. La policía ha tenido que cerrar un comercio en Reus que ofrecía zapatos a partir de un euro y medio ante el riesgo de avalancha humana. Y eso que no estaba Imelda Marcos. Cómo se nota que los propietarios no se han dado nunca una vuelta por el SIMO o por Fitur ¿No han visto cómo los visitantes entran con las manos vacías y a la salida tienen que contratar un contenedor para llevarse a casa los cientos de folletos rapiñados? ¿Son interesantes? No, pero son gratis. Así somos en este país. Hay jubilados que subsisten en los híper de las pruebas de salchichas o de las porciones de queso que le cogen a una joven vestida de tirolesa (desde aquí hago un llamamiento para que no pongan a las mozas en patines ya que les cuesta mucho más perseguirlas). Ya que tienen la pensión por los suelos qué menos que tener el colesterol por las nubes. Mucho mejor que ver obras. Otros son más de pruebas de perfume de tal modo que no es la primera vez que a alguno le tiene que rescatar el Samur tras el desvanecimiento provocado por tal amalgama de olores. Con estos antecedentes no es de extrañar que las gangas de Reus hayan derivado en este conflicto de orden público. Al final cerraron el local. A Solbes no le habrá hecho mucha gracia con lo que hubiera colaborado esta oferta a bajar el IPC. De todos modos, ya dice mi madre que lo barato es caro y, pese a la aparente contradicción, no deja de tener razón. Múltiplique si no cuántos abrelatas ha tenido que comprar en el chino hasta poder comerse los berberechos y calcule si no le hubiera compensado ir a la ferretería de toda la vida. Y luego nos creemos que les engañamos nosotros a ellos.

1 comentario:

Margarida dijo...

Joder que creatividad...tanto leerte me van a quedar los ojos como el Jaimito aquel de las pelis italianas...