3 de marzo de 2008

EFECTOS SECUNDARIOS

Bueno es saberlo. Que no digo yo que le haga falta pero por si acaso. Un ingeniero británico en pertinaz sequía sexual tras su divorcio se puso como el kiko de viagras sin atender los consejos de los médicos. Usted podría pensar fácilmente cuáles fueron los efectos secundarios. Pues no. No se crean que el tío iba enhiesto de tal modo que podía colgar la colada sin necesidad de desplegar el tendedero. No crean que tumbado parecía una tabla de windsurf con el mástil en perfecto estado por la falta de uso. Simplemente, el tipo lo veía todo azul. Morcillón pero en azul. O sea que tomen nota. Tanto tiempo de abstinencia es lo que tiene. De todos modos lo que no cuentan es si el bueno de John Pettigrew procedió a la ingesta de las píldoras estando con alguien a quien demostrar su eficacia o se tomó las viagras con la misma naturalidad que si fuesen unas juanolas. Por no hablar de la pasta que se dejó el tipo porque esa es otra. Con esas tarifas ya puede uno ereccionar. En caso contrario a ver quien es el guapo que se va con la chorra fuera a la farmacia para reclamar. Siempre te pueden decir que te has desinflado por el camino. Eso sí, por lo menos ya que los pagas en vez de ver el mundo azul ya podían afinar los científicos para poder contemplarlo en tres dimensiones.

2 comentarios:

paredes dijo...

Ahora en campaña, no me extrañaría nada que algún político prometa subvencionar dicho viagra a ver si el personal lo ve azul y ya sabemos por dónde iría su voto.

Merche Pallarés dijo...

Chicos, todo lo que sea químico, es un fraude. Lo natural es lo sano y (valga la redundancia) natural. La naturaleza es muy sabia y a cada edad su placer sexual... Besotes, M.