6 de octubre de 2007

EL VIRUS DEL HEAVY

Con sol, gazpachito y siesta Suecia sería el paraíso. Aún así no está mal. En su afán por el bienestar de sus ciudadanos, uno de ellos ha conseguido que le den una pensión de cuatrocientos euros por ser adicto al 'heavy metal'. Más o menos la misma que tiene aquí un abuelete después de deslomarse durante toda su vida. A Roger le enloquece esta música tanto que un juez la ha valorado como una invalidez que le impide trabajar como Dios manda. En vez de echarle a la puta calle, en Suecia le dan una pensión, le quitan media jornada laboral y le permiten que en la otra media vaya al curro con sus melenazas, sus pantalones de lycra marcando paquete y sus muñequeras de tachuelas. Un chollo vamos. Como aquí. Con lo bonito que es un contrato precario, doce horas al día y seiscientos euros al mes. Donde va a parar. De todos modos, a ver si aprendemos de los escandinavos porque nuestros riesgos son áun mayores ¿Para cuando una indemnización por las canciones de Fran Perea? ¿Quién nos cubre los efectos secundarios del Baile del Pañuelo de Leonardo Dantés? ¿Pagará el erario público las prótesis después de los próximos saltos en el escenario de Los Hombres G? El magistrado considera que Roger, debido a su obsesión, no puede rendir lo que debiera. Y esto que el tal Roger se dedica a lavar platos y, como mucho, le puede dar por estrellar la loza contra el suelo durante un berrido de los Iron Maiden o coger la espumadera a modo de guitarra para marcarse unos imaginarios punteos. Imaginen, un suponer, que a un conductor de autobus le ponen por la radio a Amancio Prada cantando a San Juan de la Cruz. El efecto adormidera sería inmediato y el peligro de estrellarse con una farola altísimo. Y eso la Seguridad Social tampoco lo cubre.

3 comentarios:

Margarida dijo...

A mí que me indemnicen por el TRAUMA que me causó toda mi infancia Georgie Dann...me cago en la puta!! Me jodió mis mejores años...Dirás tú: "no lo escucharas", pero que iba a hacer una pobre niña indefensa si a su madre le encantaba?. Será plasta el tío...toda la vida con ese traje blanco de chaqueta, meneando la cabeza pa los laos...buff. Tengo que visitar ya a mi psicoanalista después de este ejercicio memorístico.

cambalache dijo...

Musicalmente admito que su calidad es cuestionable pero es todo un referente laboral: trabajar un mes y vivir como Dios el resto del año. Un monstruo. Eso sí, su poesía es como poco diferente

txilibrin dijo...

Lo fuerte no es que el tío pida una pensión, sino que se la den... Seguro que si trabajase en una tienda de discos no se quejaba el jodío...