¿QUÉ NO VOY A SER CANDIDATO? (y una mierda)

Anda que ha tardado mucho Mariano en asimilar las lecciones del líder Josemari 'Ándale' Aznar. No le ha hecho falta ni llegar a México para recibir la unción del mayordomo de las Azores. En aplicación de la teoría sociopolítica conocida popularmente como 'candidato por mis huevos', el campechano estadista gallego ha decidio adelantar a ya mismo su aclamación como líder carismático de todas las derechas. Si a partir de ahora le ven con un aparatoso artefacto en la misma espalda no crean que se ha metido en la brigada de Los Cazafantasmas. Simplemente se ha encadenado al sillón de Génova por lo que pueda ocurrir. Cuentan que este repentino afán por ser nombrado puching-ball de ZP en la próxima campaña obedece a la intención del portero de su finca a competir con él por ser número uno del PP. A ver si va a ser menos que los demás. Las prisas por convocar un sarao con el fin de que le saquen a hombros del Palacio de Congresos han sido tales que más de un congresista se ha visto obligado a suspender la barbacoa que tenía prevista en el chalete para el fin de semana. Todo sea por el bien de España. Bueno, o por lo que sea. Ya saben que Mariano ha dicho que, finalmente, con las listas haría lo que le conviniera a él y al PP. Al resto de los ciudadanos, que nos den. Eso sí, por mí como si las dejan en blanco. Es tanta mi fe en el proyecto de Mariano que yo le votaría con los ojos cerrados incluso para presidir su comunidad de propietarios. Con las clases magistrales de Jose seguro que llevaba a cabo una gestión impecable. La decisión de don Mariano evidencia la confianza que tiene en él mismo. Más o menos por su poliédrico cerebro habrán transitado reflexiones tales como 'que me voten ahora en caliente antes de que les dé tiempo a pensar'. Si me permite, como complemento yo adjuntaría a la papeleta con su nombre un vale por una caja de medio kilo de polvorones La Estepeña. Es argumento muy convincente. Claro que me queda la duda de si ustedes en sus congresos votan o sólo hacen la ola. A ver si me invitan aunque sólo sea por las azafatas.