7 de junio de 2007

El Papa Verde-Dicto XVI


Ya no es necesario que se flagele para purgar sus pecados. Basta con comprarse un Ambi Pur con aroma a pino o regar con cierta frecuencia los geranios o contener sus flatulencias para no contribuir al efecto invernadero. El Vaticano ha actualizado el top ten de los pecados y ha aupado a los primeros lugares los relacionados con los delitos ecológicos. El Papa se ha vuelto verde. Como La Masa, pero dando sólamente las hostias en domingos y fiestas de guardar. Por ejemplo, quemar el Amazonas es un pecado mortal mientras que tirar un papel al suelo adquiere la categoría de venial tras esta imprescindible actualización.

No crean que la pirotecnia en plena selva brasileña es una exageración de mi cosecha. Es el paradigma que ha aportado uno de los gerifaltes eclesiásticos para advertir que en ese mismo fuego puede uno consumirse durante toda la eternidad. No teman. Seguro que nos pilla más a mano algún adulterio que sacar billetes a Brasil, llegar hasta ese frondoso paraíso y prenderle fuego con tiempo suficiente para no perderse entre la maleza y quedar uno mismo calcinado junto a un simpático macaco de culo pelado. Por lo tanto será un pecado de lo más chungo pero su consumación se antoja poco menos que imposible. Por ese lado no se preocupe. En su caso basta con que, durante sus vacaciones, se preocupe de tirar el envoltorio del frigopié en alguna de las papeleras de Torrevieja para estar a bien con el Señor.

Lo cierto es que esta revisión me ha dejado harto reconfortado. Me explico. Si uno, como es el caso, es de un civismo bárbaro y no sólo tira todos los residuos en la papelera sino que, de manera escricta, recoge con su bolsita los zurullos de su sultán ¿tiene bonus para llegar al cielo? ¿Compensa este desvelo el haberse papeado un chuletón en Viernes Santo? Necesito saberlo. No se emocionen. Que el Vaticano haya revisado la tabla de pecados no quiere decir que se haya olvidado de sus clásicos. O sea que quemar goma en la coyunda sexual sigue siendo de lo peor aunque hagas usted el acto en plena sierra y luego tire el condón al cubo de la basura. Faltaría más.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jamás he comprendido cómo puede ser pecado intentar preservar una vida con un condón. Pecado es contemplarle a él con esa sonrisa sibilina de serpiente que hasta miedo da... joer, que manía le tengo ¿se nota verdad?
A mi los pecados... me la refanfinflan, sobre todo los "clásicos". Amén.
César

cambalache dijo...

Puedes ir en paz

Anónimo dijo...

Menos mal que me has "ego absuelto" ya estaba yo con la conciencia reconcomía.
César

Anónimo dijo...

No te reconcomas César, que el padre Germás es muy indulgente.

Este RaSSinguer con tal de aumentar la feligresía, es capaz de hacerse de la FAI.Pura mercadotecnia .

paredes

Anónimo dijo...

Ya se me quitó la reconcomitancia, no te preocupes, paredes.
Pero es que este pobre hombre -el papa- no hace más que meter la pata, como cuando dijo que el catolicismo en sudamérica no había sido impuesto... ¡ay que joderse! lo que tiene uno que oir... menos mal que la gente se está espabilando.
Al infierno que vamos a ir... encima, joer, tristevida.
César

Anónimo dijo...

Un suponer, si me doy una vuelta por la casa de campo con mi MP3 y voy escuchando según paseo (la cosa no da para mas), el último concierto en directo de Los Pecos, grabado en las fiestas de Valdepeñas, que lleva como título Peco´s Sound Machine, ¿Alcanzo indulgencia plena? o por el contrario, ¿pudiera verme afectado en la nueva escala pecaminosa por contaminación acústica?

cambalache dijo...

Joder macho. Lo de escuchar a Los Pecos te da hilo directo con el cielo. Menuda penitencia. Se me ocurre también ver una antología del gran actor Fran Perea

Aníbal dijo...

La Iglesia todo lo hace mal.Ya lo dijo Jesús de Nazaret "fornicad hasta quedar saciados".

P.D. Si no creemos que nos importa lo que diga el Papa de turno. Si es que en el fondo estáis todavía alienados por el opio del pueblo.