19 de enero de 2007

Caro Jose

Ni es el sobrino nieto vallisoletano de Boris Karloff ni el tutor de Harry Potter contratado por la Fundación Faes ni es el tuno-pandereta del año. Es el mismísimo Jose. Me costó reconocerle. Como es de natural jovial y simpático no caía al verle tan circunspecto. Y eso que le han nombrado otra vez Doctor Honoris Causa por su contribución a la unidad de Europa. Como lo oyen. Y lo ha aceptado. Con dos atributos. Ya sólo falta que le den la tercera parte del Nobel de la Paz (ya saben que las otras dos porciones son para Toñín Y Geoorrgge, el resto de la 'pandi') y el Doctorado en idiomas por Oxford o Cambridge. Si se pone hasta participa en las regatas. Menudo es nuestro Jose. Qué gusto da tener un embajador políglota. Si le avisan con una semana de antelación desde cualquier lugar del mundo de que le van a dar un galardón allá se planta con el discursito en el idioma nativo. Es decir, que un instituto de secundaria de Kazajistán le nombra mejor presidente de su comunidad de vecinos, allá va Jose a marcarse una filípica en kazajo. No le entenderá casi nadie pero aquí nos pasaba lo mismo y sabemos español. En esta ocasión ha sido Milán la ciudad premiada con su presencia. Si me hubieran dicho que había viajado para desfilar por las reputadas pasarelas milanesas me hubiera extrañado menos la verdad. Qué acento. Le faltó rematar cantando Volare pero anduvo sembrado. Le han propuesto participar en el Festival de San Remo pero ha declinado la invitación porque le coincide con el nombramiento de Reina de las Fiestas de una aldea macedonia. Qué trajín. Y mientras tanto a Mariano le inflan a collejas en el Congreso. Anda el hombre echando pestes porque le votan las cosas y pierde. Qué cosas tiene la democracia don Mariano ¡Ni Stalin! clama por los pasillos. También podía decir ¡Ni en tiempos de Franco! pero como su partido no ha querido condenarlo en el propio Parlamento quedaría feo. Decían que esas cosas no se debían debatir. Anda coño. Lo mismo que les dicen a ellos ahora. Qué cosas. Qué dura es la política. Jose puso su dedo divino sobre Mariano para hacerle un favor y ahora le tiene cabizbajo mientras él se da garbeos por el mundo disfrazado de Príncipe de Bekelarre.

No hay comentarios: